martes, 25 de noviembre de 2008

Plan de Cristina Fernández de Kirchner para repatriar capitales

La presidenta de Argentina anuncia la creación de un Ministerio de Producción
SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ - Buenos Aires - 25/11/2008

Fuente: elpaiz.com
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha anunciado hoy un nuevo paquete de medidas para reactivar la economía. Entre ellas figura la creación de un nuevo Ministerio de Producción, destinado a fomentar la competitividad de las empresas; y un plan para repatriar capitales y beneficios fiscales para los empresarios que den de alta a trabajadores no declarados.

La presidenta aprovechó la clausura de la 14 Conferencia Industrial, organizada por la Unión Industrial Argentina (UIA), para asegurar que su gobierno hará un gran esfuerzo para garantizar el mantenimiento de la actividad económica, amenazada por la recesión internacional. Ante varios centenares de empresarios que han reclamado repetidamente la intervención del Gobierno para hacer frente a la crisis, Fernández de Kirchner ha dicho que el proyecto de ley llegará hoy mismo al Parlamento y será presentado por el jefe de gabinete (primer ministro) Sergio Massa.
Una de las medidas más destacadas será el plan para repatriar capitales. "Quienes declaren sus capitales sin traerlos al país, pagarán un 8% de impuestos; quienes los traigan, el 6%; quienes los inviertan en títulos de la deuda, un 3% y quienes los inviertan en infraestructura, inmobiliario o actividad agroganadera, un 1%".
Soluciones sin éxito
La salida de capitales se ha convertido en uno de los problemas más serios del Gobierno, que ha intentado diversas soluciones previas, sin gran éxito. El Banco Central reconoció el pasado mes de octubre que 14.380 millones de dólares salieron del sistema financiero de Argentina sólo en los nueve primeros meses del año, como consecuencia de la llamada crisis del campo y la cifra se ha ampliado, posteriormente, con la desconfianza creada por la
renacionalización del sistema privado de pensiones y jubilaciones. Quedarán excluidos del esquema "todos los que hayan estado en la función pública durante cualquier época en cualquiera de los tres poderes del Estado". La nueva ley, que supone prácticamente amnistiar a quienes sacaron esos capitales y primarlos incluso con unos impuestos especialmente bajos, es la última solución para atajar la sangría.
La presidenta, que se hizo rodear por buena parte de su gabinete, dedicó una buena parte de su discurso a anunciar medidas para crear y conservar empleo, sobre todo en las pymes. "Vamos a condonar la totalidad de la deuda impositiva a los empleadores que tengan menos de 10 trabajadores y que los que tengan a todos en blanco" (es decir, declarados legalmente). Para las empresas más grandes, se aprobará una nueva regulación de aportaciones patronales, de manera que por cada nuevo puesto de trabajo que se cree, sólo se abonará el 50% de lo reglamentado durante el primer año y el 75% durante el segundo. "Ésta es la manera de contribuir al alivio de lo que ustedes llamar la mochila fiscal", precisó en una especie de guiño a los empresarios argentinos, que se han mostrado indignados en las últimas semanas ante las presiones de los sindicatos para que se prohíban, lisa y llanamente, los despidos. "Éste es un plan que no significará un ahogo para las empresas, es una promoción de nuevos empleos registrados", mantuvo.
Superávit fiscal
Cristina Fernández ha dado a entender que la situación económica no es tan grave como algunos analistas sugieren, aun reconociendo la importancia de un marco internacional cada día más complicado y difícil. En el caso de Argentina, anunció la presidenta, el superávit fiscal acumulado en el mes de octubre es de 34.000 millones de pesos (unos 8.500 millones de euros), una cifra satisfactoria. Las últimas encuestas realizadas en América Latina indican, sin embargo, que el clima económico en Argentina es uno de los más pesimistas de la zona.
El nuevo Ministerio de Producción estará encargado, ha anunciado Cristina Fernández de Kirchner, "de articular la Cancillería (Ministerio de Exteriores), embajadas y productores. Necesitamos que sean vendedores de Argentina, un nuevo modelo de diplomacia". Al frente del nuevo departamento estará, según adelantaron ayer medios locales, Débora Giorgi, economista y experta en política industrial, de 49 años de edad, que ocupaba hasta ahora un cargo similar en el Gobierno de la provincia de Buenos Aires.
Antes de que Cristina Fernández hiciera uso de la palabra, el presidente de la Unión Industrial Argentina, Juan Carlos Lascurain, se refirió a la cotización del dólar, que los empresarios consideran demasiado alta. "No estamos pidiendo una devaluación, pero sí que se tomen medidas para compensar las diferencias del tipo de cambio con otros países de la región". Lascurain se refería sin duda al real brasileño, que ha perdido ya un 24% de su valor frente al dólar.
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